miércoles, 8 de julio de 2015

SENECTUD

SENECTUD

 Sobre los 65 años, se inicia el camino hacia la vejez que, en las personas que trabajan, coincide con la jubilación. El efecto que esta produzca en el sujeto, dependerá de de la percepción que se tenga de la misma; bien como situación de descanso, bien como situación de inutilidad, pérdida de prestigio social…
Las diferencias entre personas son todavía mayores en esta etapa que en las anteriores. Podemos diferenciar dos tipos de envejecimiento:
  • Envejecimiento primario. Determinado genéticamente y fruto del paso del tiempo.
  • Envejecimiento secundario. Ligado a estilos de vida (alimentación, ejercicio, hábitos saludables, edad psicológica…).
Se puede afirmar que, salvo la presencia de enfermedades como el Alzheimer, si la persona mantiene unos hábitos saludables, puede mantener una buena competencia cognitiva por encima de los 75 años, sufriendo algunos cambios propios de la edad como capacidad atencional, tiempo de reacción, contenidos que se memorizan…
Con los rasgos de personalidad ocurre lo mismo que con lo anterior, ya que si ha habido cierta estabilidad, se suelen mantener; sólo si se dan cambios muy drásticos es cuando puede haber una ruptura en su desarrollo personal.

Solo al final, en la etapa que precede a la muerte, podría aparecer lo que se denomina “bajón terminal”, es cuando la disminución en la capacidad intelectual y las alteraciones en la personalidad suelen suceder de forma muy evidente. Además conforme se acerca el momento de la muerte, según algunos autores las personas mayores van atravesando una serie de etapas (negación a la proximidad, ira ante la constatación de la proximidad, esperanza de que se produzca una vez superado objetivos, depresión y aceptación.


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